RENATO SANTOS 07/09/2017 El poderoso huracán Irma amenaza a millones de personas en el Caribe y Florida. Estas son diez claves para comprender la formación de este ciclón y el fenómeno de los huracanes.
1. ¿De dónde vienen estas tormentas?
Irma es una tormenta clásica de Cabo Verde, que se originan cerca de esas islas frente a la costa occidental de África. Algunos de los peores huracanes inician como bocanadas de aire inestable y tormentoso que se mueven hacia el oeste, fortaleciéndose sobre las cálidas aguas del Atlántico.
Otro meteoro, José, sigue los pasos de Irma.
Algunas de esas tormentas se disipan debido al cizallamiento del viento y otras condiciones climáticas. Otras viran inofensivamente al norte a mitad del Atlántico. También hay meteoros que comienzan en el Golfo de México, como Katia, que se originó frente a México y el miércoles se convirtió en huracán.
2. ¿Por qué se presentan ahora las tormentas?
La temporada de huracanes del Atlántico inicia el 1°. de junio y termina el 30 de noviembre. Es cuando en general el agua está lo suficientemente cálida y otras condiciones climáticas son propicias para la formación de tormentas. Los huracanes necesitan que el agua esté a por lo menos 26 grados Celsius (79 Fahrenheit) de temperatura. El punto más álgido de la temporada de huracanes de este océano es de mediados de agosto a mediados de octubre, y el ápice sería entre el 10 y el 11 de setiembre.
3. ¿Cómo es una temporada promedio?
Una temporada promedio en el Atlántico produce 12 tormentas con nombre, de acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional. Katia, que se formó el miércoles, es la 11°. de esta temporada. Las tormentas reciben nombres cuando sus vientos alcanzan los 62 kilómetros por hora (39 mph) . La temporada promedio produce seis huracanes y tres de ellos se vuelven de gran magnitud al alcanzar vientos de al menos 178 kilómetros por hora (111 millas por hora) . En lo que va del año se han registrado seis huracanes: dos de gran magnitud, Harvey e Irma; y dos nuevos el miércoles, Katia y José; además de Franklin y Gert.
4. ¿Los meteorólogos pronosticaron un año tan activo?
Sí. En mayo, el servicio meteorológico vaticinó un 70% de probabilidad de que hubiera entre 11 y 17 tormentas con nombre y que de cinco a nueve de ellas se convirtieran en huracanes. Pronosticó entre dos y cuatro huracanes de gran magnitud. A principios de agosto se cambió el vaticinio a un 60% de probabilidad de entre 14 y 19 tormentas con nombre, de cinco a nueve huracanes, y de dos a cinco de gran escala.
5. ¿Son inusuales los grandes huracanes consecutivos?
Las grandes tormentas pueden formarse de manera consecutiva, y el año pasado ocurrió con Matthew y Nicole, pero es inusual que más de una azote Estados Unidos en una sola temporada. Si Irma golpea Florida como una tormenta de categoría cuatro o cinco, será la primera vez desde que se lleva un registro que el país reciba dos huracanes de categoría cuatro o cinco en el mismo año, según Phil Klotzbach, el profesor de meteorología de la Universidad Estatal de Colorado.
6. ¿Por qué Irma es tan fuerte?
Los huracanes utilizan las aguas cálidas como combustible. Irma ha estado sobre agua que está entre 0,7 y 1 grado Celsius (1,2 y 1,8 Fahrenheit) más caliente de lo normal. Y esa agua caliente es más profunda de lo habitual. Los vientos de gran altitud, que pueden combatir e incluso decapitar a una tormenta, no son fuertes, lo cual también ayuda a Irma. Mientras se mantuvo el martes sobre el Océano Atlántico, los vientos de 297 km/hora (185 mph) de este meteoro impusieron un récord para la región. En todo el Atlántico, el Caribe y el Golfo de México, solo el huracán Allen de 1980 fue más fuerte con 305 kilómetros por hora (190 mph) . Otras tormentas con vientos de 297 kph: una que llegó a Florida en 1935, Gilberto en 1988 y Wilma en el 2005.
7. ¿Qué tan inusual es Irma?
Esta es apenas la segunda ocasión desde que comenzó el rastreo vía satélite, hace unos 40 años, que una tormenta ha sostenido vientos de 297 kph durante más de 24 horas, indicó Klotzbach. La otra fue el enorme tifón Haiyan, que en el 2013 causó la muerte de más de 6.000 personas en Filipinas.
8. ¿Esto es calentamiento global?
A los científicos les lleva semanas o meses realizar intrincados estudios, valiéndose de simulaciones por computadora, para ver si es que una tormenta empeoró a consecuencia del cambio climático provocado por el hombre. Desde que se empezaron a llevar registros en 1851, ha existido un número limitado de huracanes, lo que dificulta realizar un análisis más robusto.
Sin embargo, los científicos han dicho desde hace tiempo que el futuro calentamiento global haría que algunas de las peores tormentas fueran más fuertes y más húmedas, y recientemente han relacionado el cambio climático con la rápida intensificación de futuras tormentas. Existe un debate científico sobre si el calentamiento del planeta significa que haya un mayor número de meteoros, pero en general los científicos aceptan que sean más fuertes y húmedos.
9. ¿No había una sequía de huracanes?
En Estados Unidos, sí. Hasta que llegó Harvey el mes pasado, ningún huracán de gran tamaño había golpeado al país desde Wilma. Los científicos señalan que esos 12 años sin que un huracán haya tocado tierra en el país probablemente fue algo aleatorio. Hubo el mismo número de huracanes, algunos pasaron muy cerca y otros no tuvieron la magnitud suficiente. En ese lapso, la súper tormenta Sandy fue un huracán menor en términos de velocidad del viento, pero causó daños catastróficos durante su impacto en el 2012.
10. ¿Cómo se pronostican las tormentas?
Los meteorólogos en el Centro Nacional de Huracanes se apoyan en decenas de simulaciones por computadora y en su propia experiencia. Utilizan lecturas en tiempo real del viento, la temperatura, la presión del aire, la humedad y otros factores. Pero dichas lecturas son escasas y muy espaciadas. El determinar la ruta y la fuerza de una tormenta es difícil y, a menudo, los pronósticos no se adelantan más de cinco días