En asamblea ordinaria de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), Diego Padrón Sánchez, arzobispo de Cumaná y presidente de la CEV, consideró que las consecuencias de los resultados de las pasadas elecciones parlamentarias del 6 de diciembre serán cambios sociales, políticos, psicológicos y espirituales, de la población.
El país ratificó la conciencia civilista del venezolano y el contundente rechazo al sistema representado por el despotismo, el militarismo, la arbitrariedad y corrupción que se autotitula “Socialismo del siglo 21”, indicó Padrón.
“De la Nueva Asamblea Nacional, esperamos una respuesta satisfactoria, no para solventar los problemas económicos del país porque ello corresponde al gobierno nacional; sino para corregir vicios y favorecer con las leyes. La instalación de la AN es una victoria de la voluntad del pueblo.
Es un paso decisivo hacia la reinstitucionalización del país y la independencia de los poderes públicos, es un punto de partida para la recuperación del estado de derecho, la renovación y el saneamiento de los organismos del Estado, la revisión de las políticas nacionales e internacionales: sus acuerdos, convenios y negociaciones”.
En cuanto a la actual crisis socio-política que vive Venezuela, pidió “promover la cultura de la reconciliación y la resolución pacífica de conflictos”.
Es cierto que la política es promotor de la economía pero la política se ve desacreditada por la corrupción y las malas políticas públicas. “Hemos perdido la sensibilidad”, por eso “vale la pena ser bueno y honesto”, señaló Padrón.
La Conferencia Episcopal Venezolana extendió su invitación al sacramento de la reconciliación el próximo domingo 10 de enero, cuando visitarán las cárceles y los hospitales para consolar a los hermanos más afligidos.
En otro sentido, realizó la lectura del Sínodo para el 2016 enviado desde el Vaticano.
“El sínodo del 2015 no cerró puertas y en el nuevo año mantiene su llamado al matrimonio y la familia (…) El sínodo buscó iluminarnos con el evangelio aunque no aportó soluciones, siguió afrontando los conflictos sin miedo”.
Sobre la situación entre EE.UU. y Cuba, Francisco pidió la colaboración de los países de Latinoamericanos en el proceso de la nacionalización porque el mismo es un signo de victoria de la conciliación entre los hermanos y recordó las palabras pronunciadas durante la visita del Papa en Quito: “Los pobres son la deuda que aún tiene América latina”.
En cuanto a los matrimonios de mismo sexo, dijo: “Las uniones de personas del mismo sexo la iglesia no las acepta pero las respeta”, agregó Padrón Sánchez.
En conmemoración de los 50 años del concilio del vaticano, el papa Francisco abrió la Puerta Santa del Señor con el que se inicia el tiempo del jubileo. El arzobispo de Cumaná reseñó que el papa considera que “la iglesia se ha olvidado de la misericordia. Por ello, el lema del año del Jubileo será “Misericordiosos como el padre”.
El papa hace un llamado para “renovar el encuentro personal con Jesucristo” y pidió a las “comunidades cristianas hacerse en la caridad, la justicia y la democracia, que conduzcan al bien común”.
