RENATO SANTOS 06/09/2016 VENEZUELA.- Autoridades de inteligencia de Venezuela pidieron apoyo a Colombia para detener a dos opositores requeridos por su presunta participación en planes desestabilizadores contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro.
El director del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional, mayor general Gustavo González López, formuló la solicitud el lunes al vecino país. Se trata de los opositores venezolanos Lester Toledo y Yorman Barillas, quienes —según las autoridades— estarían en el departamento colombiano de la Guajira.
Toledo pertenece al partido Voluntad Popular que dirige el líder encarcelado Leopoldo López, y Barillas es integrante de la organización Un Nuevo Tiempo.
El jefe de la policía política señaló al expresidente colombiano Alvaro Uribe y altos dirigentes opositores de la Asamblea Nacional de encabezar el “financiamiento” de las acciones violentas en Venezuela, aunque no ofreció detalles ni pruebas.
Toledo difundió la semana pasada un vídeo a través de su cuenta de Twitter en el que señaló que se encontraba escondido en un lugar seguro para preparar su defensa.
“A mí no me van a quebrar en mi moral y mi espíritu de lucha”, dijo el opositor al denunciar que su vivienda fue allanada por funcionarios policiales.
Barillas es requerido desde finales del 2015 por las autoridades a raíz de la muerte de un estudiante oficialista.
La semana pasada fueron arrestados los integrantes de Voluntad Popular, Yon Goicoechea y Delson Guarate, alcalde del municipio central Mario Briceño Irragori del estado Aragua. También fue detenido el miembro del partido Avanzada Progresista, Carlos Melo.
Goicoechea y Melo fueron acusados de tener en su poder material para explosivos.
Las autoridades señalaron que gracias a las acciones de los cuerpos de seguridad lograron evitar un presunto golpe de estado previsto para el 1 de septiembre durante la movilización que convocó la oposición en la capital venezolana.
Durante la llamada “Toma de Caracas” fueron detenidas 72 personas, en su mayoría jóvenes, de los cuales aún permanecen dos bajo arresto, según registros del Foro Penal Venezolano, una organización no gubernamental.
En los casi tres años y medio de mandato del presidente Maduro se han denunciado numerosos planes violentos y complots que han sido desestimados por la oposición, que argumenta que el gobierno utiliza esas acusaciones para distraer la atención de la severa crisis económica que enfrenta Venezuela.